
Recuerdo el marco en que esas palabras fueron esbozadas. Iba caminando por Avenida Córdoba a la altura de la intersección con Leandro N. Alem, en la Capital Federal, y dos jóvenes de no más de 25 años discutían de política, en lo que fue, pese a la connotación de las inexpertas pero verborrágicas palabras, una imagen digna de imitar: la juventud en la discusión.
Empiezo estas líneas un 5 de octubre de 2011. Veintidós días exactamente faltan para que se cumpla el primer aniversario de la muerte de Néstor Kirchner, el hombre que le devolvió a la “gloriosa juventud” las ganas de inmiscuirse en la discusión política, restaurando así el carácter de herramienta de construcción social años atrás perdido.
Muchas hipótesis difamatorias se han elucubrado entorno al ex presidente y a su mujer, Cristina Fernández, y desde diferentes ángulos y perspectivas, con los medios hegemónicos de comunicación como vanguardistas, se buscó atacar a la gestión oficial, y a todo lo relacionado con ello, con una solapada, al principio, y evidente, después, animosidad desestabilizadora. Los intereses económicos, en primera línea de prioridad.
Vale esta pequeña reseña para plantearles aquí, mi interés en poner sobre la mesa de discusión una serie de situaciones, con el sólo y suficiente objetivo de comparar, desde las similitudes, al kirchnerismo que nos gobierna en estos días con el peronismo de antaño del cual surge, teniendo en cuenta las ineludibles diferencias producto de los años transcurridos e intentar explicar de esta forma la estrecha relación que hermana a estos dos movimientos políticos populares.
Fue ese mismo 5 de octubre cuando terminé de leer el libro La comunidad organizada, de Juan Domingo Perón. Debo reconocer que no necesité finalizar la lectura del texto para recordar en mi mente a aquellos dos muchachos peronistas de los que les conté en el primer párrafo. Sus caras no las recuerdo en absoluto, pero el contenido de sus frases calaron tan hondo en mí que dejaron una cuenta pendiente que solo será saldada si algún día, por algunas de esas coincidencias de la vida, y por sólo reconocimiento de voz, escuche discutir nuevamente en algún lugar del mundo a esos dos jóvenes.
La idea de Proyecto Nacional

Las conclusiones a las que llegaron aquellos jóvenes acerca de los supuestos fines del lucro del kirchnerismo en detrimento de pueblo argentino, lentamente fueron perdiendo el poco sustento con el que contaban, conforme yo avanzaba en la lectura del texto. Términos, construcciones y nociones tales como planificación; justicia social; soberanía política; libertad económica; democracia; patria (utilizados estos dos últimos términos con la importancia de su contenido en el proceso político); participación en conjunto de los diferentes sectores del ámbito nacional (trabajadores, empresas, intelectuales, industrias, el campo) en todo tipo de emprendimiento con el fin de generar políticas con un amplio alcance para el bien de todos los argentinos; y sobre todo, liberación; aparecen en reiteradas oportunidades en las 226 páginas que contiene el libro.
¿No son todos estos conceptos, acaso los más esgrimidos por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y por todo su arco político hoy en día?, desearía preguntarles a aquellos dos hombres.
A continuación, los invito a recorrer un camino de similitudes entre las políticas implementadas a mediados del siglo XX por Juan Perón, que luego de ser cercenadas por los gobiernos de facto y llevadas al olvido por los neoliberales, fueron rescatadas y reutilizadas por Néstor Kirchner y Cristina Fernández con el propósito de construir una Argentina para todos los argentinos.
El rol de los trabajadores

“Los trabajadores constituyen uno de los pilares del proceso de cambio”, explicaba Perón en su obra en referencia a la necesaria transformación a la que debería someterse el pueblo argentino para conseguir, entre otras cosas, la liberación. Y agregaba: “En el momento en que teníamos que rescatar a la sociedad argentina de una concepción liberal, los trabajadores configuraron la columna vertebral del proceso”.
Además, Perón proclamaba que “los trabajadores” tenían “que organizarse para que su participación trascienda largamente de la discusión de salarios y condiciones de trabajo”. A su vez enumeraba los derechos, surgidos en la reforma constitucional de 1949, “a trabajar, a una retribución justa, a la capacitación, a condiciones dignas de trabajo, a la preservación de la salud, al bien estar, a la seguridad social, a la protección de su familia, al mejoramiento económico y a la defensa de los intereses profesionales”, entre otros.
En la actualidad, la reapertura de las paritarias tras diez años del congelamiento impuesto por el neoliberalismo de los noventa, la incorporación al sistema laboral de más de cinco millones de argentinos y el blanqueo que alcanza un 80% del total de los trabajadores, entre otras medidas, son la prueba cabal de que la semilla que Perón sembró, está dando sus frutos.
No por nada el 28 de octubre de 2010, al día siguiente del fallecimiento de Kirchner, el titular de la CGT, Hugo Moyano, se refirió al ex presidente como el hombre que le devolvió la dignidad a los trabajadores, y no le tembló la voz al asegurar que “fue lo mejor que tuvimos después de Juan y Eva Perón”.
Liberación ayer, libertad hoy

Fuerza del pueblo, crecimiento, democracia, justicia, libertad y patria. Acaso los mismo términos que proclamaba Perón hace casi 40 años atrás en el ensayo ya mencionado: “Hay que levantar ahora, además, y con gran vigor, el poder del espíritu y la idea, teniendo en cuenta que el bien estar material no debe aniquilar los básicos principios que hacen del hombre un ser libre, realizado en sociedad, y valorizado en su plena dignidad”.
Memoria Verdad y Justicia

Decía Perón: “Puede discutirse mucho acerca de si existe o no determinismo histórico. Pero yo tengo, al menos, la certeza de que existe una constante en el hecho de que el hombre tiene sed de verdad y justicia y de que cualquier solución de futuro no podrá apartarse del camino que la satisfaga”.
Teniendo en cuenta lo que el general decía, ¿no es lo que hoy tenemos, acaso, peronismo? La respuesta a esta pregunta puede encontrarse en las condenas a los más de 200 represores de aquel proceso.
La importancia de la planificación

Decía Perón: “En lo que concierne a la actividad industrial estatal, la planificación será estricta y la coordinación de los esfuerzos, máxima”.
De Mendiguren, ¿se estará refiriendo acaso a la misma planificación que el general Perón tenía en mente tanto para el desarrollo industrial como para el resto de las iniciativas encaradas en pos del crecimiento?
La palabra “Patria” y la mención a los próceres

Durante un acto en Tecnópolis, el pasado 17 de agosto, Cristina Kirchner recordó al padre de la patria, y a otros grandes próceres argentinos: "Yo estoy muy feliz, y estoy segura que el general José de San Martín, como tantos patriotas, como Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Guemes, tantísimos otros que dieron su vida por la patria, hoy estarían muy orgullosos de ver este país por el cual lucharon".
“Seamos libres, que lo demás no importa nada”, exclamó el libertador antes de cruzar Los Andes, y les pidió a su caballería que luchara por la liberación “para que nuestros nietos puedan vivir en una tierra de paz”. Perón y los Kirchner, en diferentes períodos, reivindicaron esa lucha.
La unión latinoamericana

Hoy, la idea de Perón tiene nombre: Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), un organismo intergubernamental cuyo principal objetivo es la integración, en todos los ámbitos, de los diferentes países de la región haciendo honor también a la concepción de Patria Grande acuñada por José de San Martín y Simón Bolívar.
Uno de sus principales impulsores y mediador ante los diferentes conflictos, fue Néstor Kirchner quien fuera su secretario general hasta el día de su muerte.
Ciencia y tecnología

Fue una de las primeras medidas de gobierno de Cristina Fernández, la creación de un área dedicada exclusivamente para ese fin: “Por primera vez en la historia, Argentina cuenta con un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Creado en diciembre de 2007 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, es el único en Latinoamérica que contempla a la Innovación Productiva asociada a la Ciencia y la Tecnología. Su misión es orientar la ciencia, la tecnología y la innovación al fortalecimiento de un nuevo modelo productivo que genere mayor inclusión social y mejore la competitividad de la economía Argentina, bajo el paradigma del conocimiento como eje del desarrollo”, reza en la portada del sitio oficial del la cartera. Otro sueño de Perón hecho realidad.
A grandes rasgos

Estos puntos, y muchos más, están al alcance de nuestras manos: unos en libros históricos; otros en el día a día. Solo está en nosotros saber encontrarlos y verlos para analizarlos.
Llevo en mi bolso de mano, el ejemplar de La comunidad organizada que terminé de leer un 5 de octubre y que disparó estas líneas. Deseo algún día encontrarme por la vida con estos dos jóvenes que discutían con tanta convicción. Para cuando esto ocurra, tendré a mano el texto, para regalárselos y pedirles que por favor lo lean si aun no lo hicieron, pero también para agradecerles el solo hecho de haberme obligado, sin quererlo ellos, a reflexionar acerca del pasado que nos une, el presente que vivimos y el futuro que nos espera.