La mira, la toca, la acaricia, la vuelve a mirar y la besa como jamás besó a nadie. Juan Sebastián Verón logró el título más importante de su carrera. Pero no sólo él. Todo Estudiantes merece el logro. Un equipo que se armó en el camino. Con un técnico nuevo que transmitió desde el corazón y desde la convicción lo que el sabía hacer en la cancha: jugar lindo al fútbol. Y eso hizo el Pincha desde que Alejandro Sabella es el entrenador. Y se sacó de encima ese mote de antifútbol que supo ganarse el equipo tricampeón en 1968/69/70. Porque este Estudiantes además de meter, juega y muy bien.
Parecía todo dominado, el desarrollo del partido lo mostraba mejor al visitante, aunque no había que confiarse. Y fue a los 6 minutos del complemento cuando Henrique sacó un fuerte remate que tenía destino en las manos de Mariano Andujar, pero una desafortunada y casual rodilla de Leandro Desábato modificó el destino. Gol de Cruzeiro y a remarla de atrás.
Pero no se desespero el campeón. Cuando la pelota quemaba y llegaron algunas imprecisiones apareció el abanderado del Pincha. La Brujita tomó la pelota en la mitad de la cancha y le colocó un exquisito pase a Christian Cellay, quien desbordó y tiró el centro para que Gastón Fernández metiera el empate tranquilizador. Llegó en el momento justo. Apenas seis minutos más tarde que el gol de los locales. Eso fue de mucha ayuda. Desde ese momento el equipo argentino arremetió de una manera tal que parecía que se comía los brasileros. Es que si se venía el alargue, estaban mejor los locales ya que el Pincha fue el que hizo el mayor desgaste. Y a los 27 minutos vino ese corner que recordara el hincha. Otro centro de la Bruja y testazo de Mauro Boselli. Su octavo gol en la competencia que le sirvió para quedarse con el título personal como máximo artillero en la Copa.
Terminó el partido y todos lloran. Enzo Pérez comenzó a hacerlo luego del Gol del triunfo. No paso grandes sobresaltos el Pincha solo un tiro en el travesaño cuando se iba el partido y una par más que los brasileros no supieron aprovechar.
Un justo campeón, sin ninguna duda. La Copa se vuelve a quedar en la argentina como en la mayoría de sus ediciones. La número 50 es del Pincha.