La final llegó. Liniers y Parque Patricios se diputaban que barrio colocaría el mejor equipo del clausura.
El primer tiempo brilló por lo accidentado. Cuándo la caída del granizo determinó la suspensión momentánea del partido, el reloj marcaba 19 minutos. Hasta ese momento, lo único relevante para destacar fue el gol mal anulado a Eduardo Domínguez, a los 8 minutos de cabeza, tras la salida de un tiro libre.
Luego de la media hora de parate, la primera jugada a fondo de Vélez termino en penal para el Fortín (acierto de Brazenas) tras una falta de Araujo sobre Martínez a los 24 minutos de juego. Fue el uruguayo López el encargado de patearlo, pero el arquerito Monzón le puso las manos al remate para mantener la paridad. Corner para el local, tras el penal, y el propio López, buscó revancha. Cabeceo al primer palo pero Arano le ahogo el grito en la línea.
Todo parecía indicar que Huracán estaba mejor parado. Y lo demostró en dos jugadas consecutivas. Alos 41, un tiro libre de Toranzo encontró muy bien parado a Domínguez que rompió el travesaño de un cabezazo. Luego controló Montoya. Y a los 44 una muy buena jugada colectiva terminó con Defederico en el área definiendo demasiado cruzado.
En la segunda etapa, El Globo sólo debía aguantar. Vélez, por su parte, debía proponer. Huracán era mejor y solo faltaban 15 minutos para festejar. A los 33 minutos Arano le cometió una fuerte infracción a Cubero dentro del área. Era penal y anaranjada para el defensor quemero, pero Brazenas optó por el siga siga.
Hasta que a los 38 minutos, los de Gareca inclinaron la balanza a su favor. Un pase en profundidad buscó a Larrivey que, en su afán de convertir, se tiro con ambos pies hacía adelante y le cometió infracción al arquero Monzón que se quedó tendido en el césped. Brazenas dejó seguir, y Maximiliano Moralez aprovechó el arco a su merced. Gol de Vélez y a otra cosa. El enano se fue expulsado por quitarse la camiseta (ya estaba amonestado). A los 42 minutos desaparecieron las pelotas y el juego se reanudó a los 50 minutos. Huracán intento con un remate desde lejos de González, pero Montoya resolvió muy bien sin dar rebote, y también salvó a su equipo cuando se quedó sobre la línea con un cabezazo de Defederico. Ya sobre el final del partido, Larrivey definió mal un mano a mano con el arquero quemero, y los jugadores de Huracán se abalanzaron sobre el delantero del Fortín. No le perdonaron que quisiera convertirle a su ex club.
Vélez campeón. Así es la historia. Ahora se puede analizar la final.