sábado, 5 de marzo de 2011

Héroes colectivos


Las comparaciones, dicen, son odiosas. Pero a veces resultan inevitables, justas, perfectas. Algunas persiguen el objetivo de poner blanco sobre negro y contrastar, y en otras ocasiones buscan similitudes. La familiarización de Néstor Kirchner con El Eternauta corresponde al segundo tipo. No exista, quizá, mejor manera de emparentar al ex presidente con algún personaje.

En 1957 el escritor argentino Héctor Osterheld le dio vida a Juan Salvo, un hombre que vivía con su esposa y su hija, que se juntaba a jugar al truco con sus amigos en su casa, y que de un día para otro se transformó en el elegido para combatir una invasión que amenazaba con arrasar con todo lo que tuviera vida en la Tierra. Era la invasión de los Ellos, seres de una inteligencia superior que dirigían sobre el planeta una mortífera nevada fosforescente que mataba todo lo que tocaba.

En 2003 Néstor Kirchner, un simpático militante peronista de los ’70, hincha de Racing y algo desalineado les devolvió la esperanza a los argentinos que estaban sumidos en una profunda desolación causada por una seguidilla de malas, nefastas y aberrantes gestiones previas que calaron en lo más profundo de sus corazones dejándolos heridos de muerte.

No era una invasión extraterrestre como la de la historieta del desaparecido Osterheld, sino que los Ellos eran los propios dirigentes nacionales que con las armas y uniformes militares o con banderas neoliberales, y lejos de desear salvar a la sociedad, barrieron del suelo argentino miles de vidas y sumieron en la pobreza y en la indigencia a millones de compatriotas que quedaron desamparados y marginados de la discusión social.

Son también, los Ellos, los líderes de la oposición actual que, según opinó alguna vez Elsa Osterheld (viuda del escritor), se emparentan más con la nevada implacable del la historieta que con un grupo político buscando gobernar para el pueblo.

Dos héroes separados por casi 50 años de historia. Una historia que debe conocerse para evitar reincidencias, y para caer en la comparación una vez más y poder ver que gracias a los héroes como Néstor Kirchner la esperanza se mantiene viva.

Es cuestión de sumarse, comprometerse y confiar en que juntos, todo es posible. Porque si bien los héroes son ellos, Néstor y el Eternauta, Osterheld enseñó que El único héroe valido, es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo”.