sábado, 2 de julio de 2011

La gloria se alcanza de a once

La agarra Carlos Tévez, encara, intenta la finta, se la sacan, se frustra el ataque. La toma Ezequiel Lavezzi, encara, ensaya un amague, llega hasta el fondo, tira un centro muy exigido, se va a la tribuna. La pelota le cae a Lionel Messi, el astro, el mejor jugador del mundo, Pasa a uno, el segundo se la quita. Le vuelve a caer, intenta pasar entre dos, no pude superarlos. Se ilumina Éver Banega, intenta la gambeta, se despeina, se concentra en su pelo, la pierde.

Así no, Argentina. Así, no.

¿Hasta cuando vamos a seguir olfateando el pantalón corto de Messi? Entregarle el premio LG al mejor jugador del partido no es menos que una falta de respeto a la inteligencia del público argentino.

Bolivia es el equipo más débil del certamen y se supone que Argentina debe estar arriba tres o cuatro goles si se tiene en cuenta la calidad de jugadores y la comparación de los planteles.

Tengo mucha bronca. La nota es corta, pero el mensaje, directo: LA GLORIA SE ALCANZA DE A ONCE…